Pasiones Inmundas.

Había una vez un mundo que quería ser el centro de atención del universo, pero que ese lugar estaba otorgado por la fuerza magnánima del universo al sol para que lo iluminara y sirviera de guía a todos los mundos de el.

Este mundo no admitía tal designación y luchaba afanosamente por lograrlo hasta el puno de someter a sus huéspedes a presión para lograrlos, los amenazaba con fuertes sacudidas, arreciaba con su brisa, soplidos y vestía lagrimas innumerables por compasión, los huéspedes estaban intimidados por el mundo que no dejaba de azuzarlos.


Tomar la posición del sol para ser guía e iluminar el universo es algo inversomil y vil, porque el mundo no solo no podía ser guía , sino que tampoco podía ser guía del universo porque estaba ciego. Sus huéspedes intentaron mudarse pero como no vieron ningún mundo favorecido con todas las cosas naturales de las cuales estaba provisto el.

Así que todos los huéspedes se juntaron y conformaron una delegación en la cual se mostraron al mundo y lo declararon envidioso. El mundo los sigue azuzando, pero sus huéspedes conocen sus carencias e malas intenciones por ser mal agradecido.

Cesar Sencion Matos.

Escritor.