BARAHONA.- Las denuncias y quejas que cada año formulan los padres de los niños que estudian en colegios privados contra la alta tarifa de esos centros educativos, no son sinceras, así como vacía e hipócrita, la acusación que hacen a la secretaria de Educación, Alejandrina Germán, de no autorizar la regularización de la misma.
Así lo informó el ingeniero Nelson Beltré, ex director del Instituto de Desarrollo del Suroeste (INDESUR), para quien esos colegios son empresas que venden la educación, y cobran la tarifa mensual según su estatus social, los cuales tienen mayor concentración en grandes ciudades con desarrollo de riqueza.
“Esos centros educativos operan con el perfil de Marketing de los hoteles que cobran por categoría de estrellas o estatus”, señaló Beltré.
Al mismo tiempo, Beltré sugirió a la titular de Educación no intervenir en estos casos, debido a que los padres de esos estudiantes aunque “protestan”, siempre pagan el precio de la tarifa que exigen los referidos colegios, con el único propósito de elevar el nivel social de sus hijos y de ellos mismos.
Citó el caso del colegio de El Millón, en la capital, que es exclusivo para un sector con una mensualidad muy alta, cuyo 40 por ciento de su matrícula estudiantil procede de comunidades pobres y distantes como son Las Palmas de Herrera, Cristo Rey, Villa Juana, Villa Francisca, entre otras.
Calificó como grave que esas familias pobres que eligen esos centros de enseñanzas le den gran cantidad de dinero a sus hijos para que compitan en el recreo escolar con otros estudiantes de mayores recursos económicos.
Para el ex director de Indesur, esa práctica perjudica a esos estudiantes, ya que con el dinero que le facilitan sus padres, con frecuencia compran bebidas alcohólicas, cigarrillos, entre otras cosas impropias y dañinas para su desarrollo intelectual y social.
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