Por:
Darwin Feliz Matos.-
Mella,
Prov. Independencia.-Tino es un ferviente amante de la agricultura,
es mas quienes le conocen creen se ha casado con la tierra en un matrimonio sin
divorcios.
Desde que el que el aurora da
su chance al Alba, tino está iniciando su trayecto hacia su inseparable
compañera, a la que dedica la mayor parte de su tiempo.
Pero además es de estos
Munícipes de Mella, de los que de vez en cuando aunque muy raras veces dan sus
vueltecitas por el parque, en la que aprovecha el efímero espacio para
intercambiar ideas con otras personas.
Mucho mejor si dentro de los
tópicos a tratar esta la agricultura.
Sus riesgosos viajes
atravesando el canal Trujillo, el mismito que se llevo con sus vertiginosas
corrientes el puente Kaliman, pueden servir para relatos de crónicas de
comedias.
Faltarían tripas para reírse
cuando Tino cuenta esos momentos en que con macutos y racimos de víveres a los
hombros intenta cruzar de Charco Largo a Mella, por un puente artesanal de
palos de bayahonda amarrados con sogas, en la que sacos llenos de arena, sirven
de asfaltos.
Peor aun cuando estos
improvisados puentes los arrastra la corriente, pues la travesía es más
dramática, ya que tienen que hacerlo atados a una soga.
Arriesgando su vida a fin de
trasladar el sostén de sus familias del conuco a su casa.
Cuando el rio arrecia su
caudal, muchas veces deben lanzan sus cosechas para salvar sus vidas. “son
momentos difíciles y de mucho riesgo, pero hay que hacerlo o resignarse a morir
de hambre” relata Tino.
Muchos conocen a Tino, pero no
tantos saben que este es de los hijos que procreo el matrimonio de Rogelio y
Chichita, ambos personas laboriosas de la comunidad, el primero agricultor y la
segunda propietaria de colmado, ambos ya desaparecidos.
Tino se le vio en las fiestas
patronales bien ajustado, con camisa de lino y un pantalón de corduroi, zapatos
bien ilustrado y perfumao, con una gorra de los Leones del Escogido.
Parecía uno de estos seguidores
del popular artista de música urbana Vakero, quien estaba en la tarina, aquella
noche en el marco del desarrollo de las Fiestas Patronales San Juan Bautista
2012, donde un nutrido público aplaudía y recitaba las canciones del artista.
Pero no Tino, había dado una
vuelta para votar el golpe, no conocía a Vakero y jamás había escuchado,
ninguno de sus temas, pues Tino solo escucha música clásica, de esas que con
pasión escuchan los más adultos.
Cuando tuvimos el atrevimiento
de preguntarle a Tino, si le gustaba Vakero, este de forma rauda respondió, no,
quien es ese.
A lo que tratamos de explicarle
que era ese joven de cabellos largos y tejidos, con cierta similitud a Bob
Marley, el nos interrumpe diciéndonos “No perdería un minuto de mi conuco para
escuchar a ese Vaquero”.
Tino no gastaría un centavo, en
un casete de Vakero, pues para el solo hace bulla, aunque para la gran mayoría
de la nueva generación es el mejor exponente en ese género.
Mientras el hacha va y viene,
Tino, continuara aferrado a su conuco y a seguir arriesgando su vida al momento
de trasladar la cosecha, ya que entiende que es mejor morir en la búsqueda de
la comida que morir de hambre y es una realidad.
Asi mismo Vakero, continuara
con sus temas “Que mujer tan bella” y “Echale Agua”, las cuales le han colocado
en los mejores lugares en todo el país y otras naciones.
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